Es por tu bien

El miedo a la desaprobación y a que descubran que queremos algo, a menudo se da en las relaciones con las personas mas cercanas a nosotros. Es muy probable que tus padres y tus hermanos, y tu pareja y tus hijos, tengan firmes opiniones sobre lo que deberías y no deberías hacer con tu vida. Desde luego, tal vez estén en lo cierto y tengan un papel positivo como mentores a la hora de estimular tus verdaderas habilidades. Pero también podrían estar completamente equivocadas.

Esto fue lo que le pasó a Paulo Coelho. Sus padres fueron más lejos que la mayoría intentando desanimarle. Le enviaron repetidas veces a una institución psiquiátrica, donde le sometieron a terapia de electrochoque "porque le quería".

La razón por la que los padres de Coelho le ingresaron en un manicomio fue que de adolescente le apasionaba la idea de llegar a ser escritor. Pedro y Lygia Coelho creían que así malgastaría su vida. Le aconsejaron que escribiera en su tiempo libre si era necesario hacerlo, pero su verdadero futuro estaba en la abogacía. Cuando Paulo insistió en que quería dedicarse al mundo del arte, sus padres creyeron que no tenían otra opción que enviarle a una institución mental para que le sacaran esas ideas destructivas de la cabeza. "Ellos querían ayudarme -dice Coelho-. Tenían sus sueños. Yo quería hacer esto y aquello, pero mis padres tenían otros planes para mí. Llegó el momento en que ya no podían controlarme y estaba desesperados"

Sus padres le ingresaron tres veces en un manicomio. Sabían que su hijo era muy listo, creían que tenía una carrera prometedora por delante e hicieron lo que creían que tenían que hacer para que fuese por el buen camino. Aun así, ni siquiera un método tan extremo impidió a Paulo Coelho hacer lo que más le gustaba. Pese a la firme oposición de su familia, se dedicó a la escritura.

Sus padres estaban en lo cierto al suponer que tenía un futuro prometedor por delante, pero esto no tenía nada que ver con la abogacía. La novela de Coelho El alquimista fue un Best Seller internacional del que se han vendido más de cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo. Sus libros se ha traducido a más de sesenta idiomas, y es el escritor más vendido en lengua portuguesa de todos los tiempos. Su radio de acción creativo se extiende a la televisión, los periódicos e incluso a la música pop: ha escrito las letras de varios éxitos musicales del rock brasileño.

Es muy posible que Paulo Coelho hubiese llegado a ser un eminente abogado. Sin embargo, su sueño era escribir. Y aunque sus pares trataron firmemente de llevarle por "el buen camino", se mantuvo centrado en lo que más le gustaba, escribir.