martes, 18 de diciembre de 2012

¿Qué hace Internet con nuestras mentes?



Todo tecnología es expresión de la voluntad humana. Queremos así ampliar nuestro poder y control sobre nuestra circunstancia. Podemos dividir la tecnología en: a) aquellas que nos mejoran físicamente, b) mejoran nuestros sentidos, c) para nuestras necesidades y deseos, y d) tecnologías intelectuales (como mapas o relojes), que amplían la capacidad de nuestra memoria. Toda tecnología intelectual tiene su ética intelectual. Esta ética es un mensaje que transmite una herramienta o medio a las mentes y la cultura de los usuarios.

Google es un don asombroso para la humanidad, que reúne y concentra información e ideas que antes estaban tan ampliamente diseminadas por el mundo que prácticamente nadie podía beneficiarse de ellos. Internet se a convertido en una parte importante de nuestras vidas. El ordenador acaba ejerciendo una influencia en ti, una dependencia. Te puedes quedar atrapado en el ciclo de actualizaciones. Estar en Internet cambia tus costumbres.

Y es que el cerebro, esta demostrado, cambia. Es plástico, se adapta, sus vías pueden trasformarse. 

Según los empiristas, nacemos como una pizarra en blanco, donde todo lo que sabemos proviene de nuestras experiencias, de lo que aprendemos mientras vivimos. Somos producto de la cultura, no de la naturaleza. Por otra parte, los racionalistas dicen que nacemos con una plantilla mental que determina la forma en la que nos percibimos e interpretamos el mundo. Todas nuestras experiencias se filtran a través de estas plantillas innatas, y predomina la naturaleza. Ambas teorías son ciertas. De hecho, se complementan entre sí.

La repetición de actos físicos y mentales reestructura nuestro cerebro. El problema es que, el cerebro una vez construidas las nuevas vías, quiere seguir utilizándolas, y nos programa para seguir haciendo lo mismo. 

Al final estamos controlados por nuestras propias herramientas. La tecnología hace que establezcamos nuevas sinapsis, quedando obsoletas algunas que ya no utilizamos. Estas tecnologías llegan a reestructurar nuestro lenguaje, lo que hace que tenga mas influencia si cabe en nosotros. La escritura cambia nuestra forma de pensar al introducirnos en una lectura. 

Internet avanza cada vez más rápido. La velocidad aumenta año a año, y cada vez hay mayor calidad de imagen y vídeos, y el coste es mucho más barato. Internet nos conecta unos con otros, y no solo en el trabajo, también en la vida cotidiana. Este uso de Internet a aumentado,y pasamos muchas horas con el. 

El uso de las nuevas tecnologías ha hecho que el tiempo de lectura y la reflexión ante los libros haya decaído. El leer en un libro o leer en Internet cambia la atención y distintas formas de sentir. Los hipervículos están para llamar nuestra atención, lo que hace que no nos fijemos en el texto completo. De todas formas, aunque Internet nos proporciona mucha información, cambia nuestros hábitos intelectuales, pero porque nosotros queremos. El leer libros en Internet te aleja de la lectura lineal del libro que te envolvía. El publicar libros e la red, hace que cambie la forma también de escribirlos, para adaptarse a lo que quieren los lectores. Tu concentración disminuye y también tu capacidad de atención.

Tras diferentes estudios realizados, se ha demostrado que se aprende más con las lecturas lineales como los textos de un libro, aunque sea leer primero un libro y luego otro, que por Internet mediante hipervínculos comparando ambos textos por ventanas. Se ha introducido en la educación enseñanza a través de la red, y a pesar de que podemos encontrar mucha información, también es más fácil distraerse. La división que exige la multimedia disminuye nuestro aprendizaje y debilita nuestro entendimiento. La navegación por Internet mejora mucho nuestra capacidad multitarea, pero empeora nuestra creatividad, la inventiva y la productividad, tenemos menor capacidad de pensar y razonar los problemas. Podemos decir que con la multitarea adquirimos unas destrezas más a nivel intelectual.

Internet funciona como nuestra memoria, guarda datos y nos los recuerda. Ahora nuestro cerebro funciona como un índice. Muchos dicen que así el cerebro puede tener más pensamientos naturales.

El gran riesgo al que nos enfrentamos al implicarnos mas íntimamente con nuestros ordenadores es el empezar a perder nuestra humanidad, sacrificando las cualidades que nos separan de las máquinas. Más información puede significar menor conocimiento. Según un estudio de Van Nimwegem, cuando mas dependía la gente de una orientación explícita por parte de los programas de software, menos comprometidos estaban en la tarea y menos acababan aprendiedo.

Así pues se me plantea una pregunta ¿Sería adecuado una educación basada en el uso de Internet y las nuevas tecnologías?


Recomiendo al que le interese mas sobre el tema que se lea este libro de Nicholas Carr. Es un libro muy aclarador respecto al tema, aunque es un poco pesado en algunos de sus tramos, pero te permite comprender mejor lo que le ocurre a nuestro cerebro debido al continuo uso de internet.

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